
El 12 de julio de 1811, se conoció que en la ciudad de valencia se estaba alzando un movimiento contra la independencia de Venezuela, por lo cual Cojedes cortó comunicación con Carabobo, y la compañía del pueblo de Tinaquillo se colocó a las ordenes del Capitán Ignacio Sárraga, quien además contaba con un destacamento para cerrar el paso del Río Chirgua. Así entraba Tinaquillo a participar de manera activa en la gesta independentista.
Siendo paso obligado entre las ciudades más importantes y estratégicas de la Venezuela de aquel tiempo, vería pasar y daría cobijo a los ejércitos de ambos bandos en muchas oportunidades. Pero el 31 de Julio de 1813, en el marco de la Campaña admirable, fue testigo de uno de los grandes episodios en la historia de nuestra patria. En las Sabanas de Taguanes, el Libertador junto a su ejército derrota, en un despliegue de genialidad militar, al coronel Julián Izquierdo, quien muere en el combate. Es también en este episodio, que José Laurencio Silva “saborea su primer triunfo conducido por el libertador”, al decir de Daniel Florencio O’Leary.
Pero no todo fue color de rosas, como dicen por ahí. En 1814 se halla Tinaquillo en manos de los realistas. El 9 de junio de ese año, Juan Manuel Cajigal Convoca a Boves a una reunión en nuestro pueblo a la que el asturiano no asiste, y le exige a Cajigal que deje Tinaquillo y Tinaco bajo sus órdenes, pues eran sus conquista. El Mariscal deja en el pueblo un total de 3000 hombres acuartelados, que luego Sebastián de la Calzada lleva a Mérida y Trujillo, mientras Cajigal se dirige a Puerto Cabello para continuar “pacificando” el país.
El 28 de Mayo de 1814, Tinaquillo también fue testigo de la captura de componentes realistas que huyeron del campo de batalla, luego de la derrota que le infligiera el libertador en la Primera Batalla de Carabobo. Los que huyeron hacia estos lares fueron apresados en la Sabana de Pegones.
Siete años más tarde, en junio de 1821, el General La Torre, comandante de las tropas realistas, coloca en Tinaquillo una partida de observadores para mantenerse informado de cualquier eventualidad, pero el 19 sus hombres son sorprendidos por el Teniente Coronel Silva, acción en la que murió quien comandaba la partida además de 4 efectivos y los demás fueron hechos prisioneros; uno pudo escapar y dar aviso a las fuerzas de La Torre. Para el 23 de Junio había en Tinaquillo 6.500 patriotas en armas, que a la mañana siguiente partieron para cubrirse de gloria en las sabanas de Carabobo.
Iba entre ellos, además de otros que se unieron a la causa, un tinaquillero en especial, seleccionado por Bolívar para guiar al General Páez y dos divisiones de bravos llaneros por entre el escabroso terreno, para caer por la derecha del enemigo, y en media hora envolverlo y cortarlo, como nos cuenta el mismo José Antonio Páez en su Autobiografía.
La mayor parte de los datos, los extraigo del prologo que Rafael Fernández Heres escribiera para la primera edición de “Crónicas del Tinaquillo de Ayer”, de José Ramón López Gómez. Es bueno volver a él de vez en cuando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario