El viernes de la semana
pasada compartí en mi programa de radio con algunas docentes de la UPE
Tinaquillo, esas maestras que se encargan de atender a los que nadie más puede
o se dispone: lo niños y jóvenes con dificultades diversas que obstaculizan su
proceso de desarrollo y aprendizaje. Marleny Cabrera, la Directora (E) de esta
institución, compartió conmigo y con el público información que creo todos
deberíamos conocer.
Existe en el municipio
Tinaquillo gran cantidad niños y jóvenes que padecen algún tipo de dificultad y
que en muchos casos, por ignorancia, en otros por inconsciencia o tal vez por
la negativa de los padres a reconocer la situación, dejan de ser atendidos y se
les niega así el derecho a desarrollarse como personas con grandes capacidades
y cualidades. Algo que dijo Marleny es cierto: ellos vinieron a este mundo con
un propósito, y hay que permitirles lograr ese propósito. Con ese fin, hay que
brindarles todas las herramientas y el apoyo, a ellos y a sus familias.
Es una realidad a nivel
nacional, que pocos son los que se acuerdan de los niños con condiciones
especiales, y que muchas veces, cuando son tomados en cuenta, se hace un
espectáculo para dar una especie de caridad a estos ciudadanos de pleno derecho
de nuestro país, para quienes una buena educación debe estar garantizada, con
instalaciones suficientes para atenderlos a todos y bien equipadas para que
puedan desarrollar todo su potencial creador, y vaya que lo tienen; sino
preguntemos a Albert Einstein, la mente más brillante del Siglo XX, que sufrió
de Dislexia, una condición muy común en nuestros días y que muchas veces la
explicamos con un simple “es que el muchacho es bruto”, “a mí me pasaba lo
mismo”. Imagínense: si Einstein era “bruto”, qué habría logrado de ser
inteligente.
En Cojedes se cuenta
con centros de atención para algunas dificultades, pero están dispersos por
todo el estado, lo que hace que sea sumamente difícil para las personas de
escasos recursos brindar a sus hijos la posibilidad de educarse y desarrollarse
como cualquier otro. La mayoría deserta, como comentábamos en el programa, por
no tener los recursos con los que viajar todos los días. Lo más grave es que
existen muchos niños y jóvenes que necesitan de estas instituciones. En un
programa pasado, conversaba con las Licenciadas en educación especial Dexiret
Ortega y Lilimar González, quienes me decían que en Tinaquillo hay muchos casos
de autismo en diferentes niveles, algo que me confirmaron las docentes de la
UPE, así como también la existencia de otras condiciones, que lamentablemente
se están haciendo más comunes.
La pasión que se siente
cuando se habla con estas docentes sobre la situación en la que se encentran
muchos niños es contagiosa. Tan es así que se olvidan de sus necesidades, como
que el techo de la UPE necesita reparación, además que necesitan material para
trabajar y mantener en buen estado la infraestructura; todo eso pasa a segundo
plano.
Hacen falta
instituciones en el estado que pueda atender a todos los niños y jóvenes con
algún tipo de dificultad, eso es algo en lo que todos están de acuerdo, y se
han hechos esfuerzos pero parece que nadie hace caso.
Al final de la
entrevista sentí que quedaron muchas cosas por decir, pero siento que falta aun
más por hacer.
Lcdo.
Francisco Rodríguez
fran16x@gmail.com